FELIPE MONTORO

Joven, talentoso y con una determinación en el hablar y en las formas que denotan que, tras el cuerpo aún por hacer de un joven adolescente, se encuentra una joven promesa del kumite de competición. ¿Su nombre? Felipe Montoro. Quienes le ven pelear aprecian su talento; su sensei alaba su entrega –Felipe es de los que, aun con gripe o fiebre, no se pierde un entrenamiento, aunque sea como espectador-, y todo aquél que tenga la oportunidad de hablar con él de karate de competición quedará sorprendido con la determinación de este joven quinceañero. El relevo de los Leal, Luque, Herrero y compañía parece, con karatekas como el que ahora nos ocupa, que está asegurado.

- Empecemos por el principio: ¿a qué edad comenzaste con esto del Karate?

- “A los cuatro años. Mi madre me metió en esto y hasta hoy, a punto de cumplir quince años”.

- ¿Y cuándo debutaste en competición? ¿fue en kata o kumite?

- “Al poco de empezar, a los 4-5 años, empecé ya a competir en katas. No se me daba mal: a la primera competición que fui quedé segundo y más tarde, en mi primer campeonato de Madrid, fui cuarto”.

- En tu primera participación en el Campeonato de España lograste un podio. Tuvo que ser un gran momento, ¿no? ¿Qué recuerdas de aquello, te lo esperabas?
- “Estaba nerviosísimo porque nunca había participado en un Campeonato de España. Perdí el pase a la final y la repesca, pero hice tercero y creo que fue un buen resultado. Antes del campçeonato no me lo esperaba ni de broma”.

- En el siguiente Campeonato de España la cosa no fue tan bien. Háblanos un poco de esa mala experiencia.

- “Fue corta, la verdad. Gané el primer combate y perdí el segundo contra un canario que no llegó a la final, o sea que no pude repescar y me quedé fuera”.

- ¿Cuáles son tus puntos fuertes en combate?

- “Los ataques jodan con el puño y la pierna en general”.

- ¿Y en qué crees que tienes que mejorar?

- “Puño chudan, por abajo, y pensar más en los combates. A veces me vuelvo un poco loco”.

- Físicamente eres rápido y técnico, pero psicológicamente, ¿cómo te definirías? Me refiero a si te afectan las críticas, si te vienes abajo tras una derrota o si por el contrario eso te motiva aún más... no sé, cuéntanos un poco cómo te ves “de coco”.

- “De coco no muy bien. A veces en combates voy ganando de mucho y me obceco en seguir atacando en vez de esperar y anticipar”.

- ¿Qué tal es tu relación con tu sensei?

- “Es muy buen Maestro. Sus entrenamientos son duros, pero así es como debe ser un profesor de karate, no?”.

- Muchos no estarían de acuerdo contigo, prefieren que no les den mucha caña.

- “Supongo que será gente a la que no le gusta el karate. Si te gusta el karate, te gusta entrenar fuerte”.

- ¿Cuantos días a la semana entrenas?

-"Cuatro".

- ¿Cómo es un entrenamiento habitual? ¿Entrenas muy específico o haces trabajo de todo un poco?

- “Hago de todo, aunque de vez en cuando, sobre todo al acercarse la época de competiciones, nos centramos más en ellas. Pero por lo demás hacemos de todo: katas, defensa personal, kihon...”.

- Supongo que un chaval de tu edad, compitiendo y pasando muchos fines de semana de pabellón en pabellón tendrá que renunciar a algunas cosas. ¿Cómo lo llevas?

- “Lo llevo muy bien. Hay que centrarse en algo, y a mí el karate me encanta, o sea que qué mejor que este deporte para entregarme a tope”.